domingo, 5 de diciembre de 2010

Microbios extremos en la Argentina

"Es un descubrimiento asombroso. Esto demuestra que la vida se puede abrir camino de una forma totalmente alternativa", dijo la doctora María Eugenia Farías, investigadora del Conicet y responsable del Laboratorio de Investigaciones Microbiológicas de Lagunas Andinas (LIMLA-PROIMI).

La doctora Farías viene relevando desde 2004 la microbiología del 80% de los salares y las lagunas andinas, entre ellas la Diamante, un espejo de agua ubicado en las entrañas del volcán Galán y el ambiente más extremo que se conozca. En la caldera del volcán hay poco oxígeno, mucha radiación ultravioleta, nada que comer y el agua de la laguna es extremadamente alcalina y con altísimos niveles de salinidad y arsénico.

"Nosotros venimos observando que la vida en las lagunas andinas se desarrolla en altísimas concentraciones de arsénico. En la laguna Diamante tenemos 230 miligramos de arsénico por litro de agua. Y hay vida, por lo tanto esto refuerza la idea de que el arsénico podría tener un rol importante en el metabolismo -afirma Farías-. Esto abre muchísimas perspectivas, pero lo más importante en este momento es preservar estos ambientes únicos e invertir en investigación."

Según la científica, el valor potencial de los organismos que sobreviven en este tipo de ambientes extremos permite imaginarse no sólo cómo fueron los orígenes de la vida en el planeta, sino también cómo podría ser en otros cuerpos celestes, ya que el ambiente que rodea la laguna es muy similar al que existe en Marte. También serían una fuente extraordinaria de aplicaciones biotecnológicas.

Fuente: Diario La Nación

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