domingo, 24 de julio de 2011

La “era Soyuz” causa malestar en USA

“Empieza la era Soyuz de los vuelos tripulados al espacio, la era de fiabilidad”, reza el comunicado de la agencia espacial rusa Roskosmos emitido ayer (21/07), causando malestar en USA que tendrá que pagar US$ 63 millones cada vez que quiera poner un astronauta en órbita.

El regreso del Atlantis, la misión 135 de los transbordadores, pone fin a un programa de 40 años que hizo que los vuelos espaciales parecieran una rutina, a pesar de los 2 accidentes mortales en los que murieron 14 astronautas y que destrozaron 2 de las 5 naves espaciales de la NASA.

La última junta de investigación de accidentes recomendó retirar los transbordadores después de que se finalizara la construcción en la Estación Espacial, un proyecto en el que participaron 16 países.


Después de 4 décadas de enviar transbordadores a la órbita terrestre,
la NASA los ha retirado para centrarse en la construcción de nuevas naves que puedan viajar más lejos en el espacio.

El programa del transbordador espacial fue promocionado al público como barato, seguro y confiable, pero no resultó ser ninguno de los tres: Costó US$ 196 mil millones en 40 años, la vida de 14 astronautas y realizó menos de la mitad de los vuelos prometidos.


Ahora que ha regresado el Atlantis será junto con los otros 2 transbordadores una pieza de museo: más caro que cualquier pintura.
El costo total del programa fue más del doble de los US$ 90 mil millones calculados por la NASA originalmente. USA se gastó más en el programa que en el costo combinado de los viajes a la Luna, la creación de la bomba atómica y la construcción del Canal de Panamá.

Con la crisis, los costos fueron cortados… a cero,
dejando el futuro de estas expediciones en quien hasta no hace mucho era el rival a batir en la carrera espacial: Rusia.



Cohete Soyuz mientras es transportado hacia la base de lanzamiento.

Tras la finalización de la era de los transbordadores de la NASA, la agencia espacial rusa, Roscosmos, destacó que ahora, "en los viajes tripulados al espacio empieza la era de los Soyuz".

Desde ahora, estas naves serán las únicas que puedan llevar astronautas y materiales a la Estación Espacial Internacional (EEI). Para ello, hace poco la agencia firmó un contrato hasta 2016 con la NASA.


"Incluso si en los próximos años hay una alternativa a las Soyuz rusas, pasará mucho tiempo hasta que se pruebe que la nueva nave ofrece la seguridad necesaria para un viaje tripulado"
, señala un comunicado.

Al mismo tiempo, Rusia elogió la llegada del Atlantis a la Tierra como un
"hito en los viajes tripulados al espacio".

Pero no todo es alegría, especialmente para los trabajadores de la NASA, muchos de los cuales ya han recibido su telegrama de despido.

El regreso del Atlantis a la Tierra y el fin de la era del transbordador ha causado malestar entre los miles de trabajadores de la Agencia Espacial estadounidense debido a que, por primera vez, en 53 años USA no tendrá un vehículo propio espacial.

Según ha informado la prensa norteamericana el pesimismo es palpable al interior de la NASA, pues sus expertos todavía no salen de su asombro al tener que depender ahora de los rusos –sus viejos rivales en la Guerra Fría– para ir al espacio en sus aeronaves conocidas como “Soyuz”.


Las primeras Soyuz junto con los cohetes Soyuz fueron elaborados en la Unión Soviética en los 70, pero no son nada 'obsoletos'. Al revés, estos vehículos, que han comprobado su efectividad durante varias décadas, son constantemente modernizados.


A partir del próximo año, volarán a la EEI las naves de nueva generación. Actualmente el segundo Soyuz de la nueva serie TMA M, en la que se emplean sistemas digitales de control, está pasando los ensayos, indica el servicio de prensa de Roscosmos.


“Empieza la era Soyuz de los vuelos tripulados al espacio,
la era de fiabilidad”, reza el comunicado de la agencia espacial rusa Roskosmos emitido ayer (21/07), causando el malestar en USA que tendrá que pagar US$ 63 millones cada vez que quiera poner un astronauta en órbita.

El gobernador de Texas, el republicano
Rick Perry, lamentó profundamente el fin de la era de los transbordadores y criticó que la falta de liderazgo del presidente estadounidense, el demócrata Barak Obama, no deje a los astronautas más alternativas que ir al espacio “haciendo dedo”.

Perry, cuyo estado acoge el Centro Espacial Johnson en Houston, desde donde se dirigían las operaciones de los transbordadores y donde se encuentra el centro de reclutamiento, mostró su descontento por la falta de
"planes para futuras misiones".

"Desgraciadamente, con el aterrizaje final del transbordador Atlantis y sin señal de planes para futuras misiones (...) esta administración ha dejado a los astronautas estadounidenses sin otra alternativa que viajar 'a dedo' en el espacio"
, ironizó.



Cohete Soyuz en la plataforma de despegue (Crédito: Wikipedia)

Por su parte, destacados astronautas, como Neil Armstrong y James Lowell, han acusado a Bolden y al propio Obama de jugar a la 'ruleta rusa', no sólo por la dependencia del Soyuz, sino por su confianza prematura en el sector privado, que aún tardará varios años en tener a punto la tecnología para mandar naves tripuladas al espacio.


Fuente: Urgente24.com

viernes, 8 de julio de 2011

El fin de una era: el Atlantis despegó en su última misión

El Atlantis fue lanzado con éxito este viernes desde Florida (sureste de EEUU), con cuatro astronautas a bordo, rumbo a la Estación Espacial Estadounidense (ISS), para el último vuelo de un transbordador espacial estadounidense después de 30 años de servicio.

El lanzamiento, previsto inicialmente a las 11.26 (hora local) fue retrasado unos segundos. La agencia espacial estadounidense temió hasta último momento que el cielo encapotado impidiese el despegue pero decidió, finalmente, autorizarlo.

Dejando tras de sí una estela de humo, el Atlantis dejó tierra firme bajo los gritos del millón de espectadores que acudió al lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy cerca de Cabo Cañaveral, el último tras tres décadas de servicio de los transbordadores.



 (Crédito: NASA)


"Esta mañana es el principio del fin de la era del transbordador espacial", había dicho más temprano Allard Beutel, portavoz del Centro Espacial Kennedy.

La misión, de 12 días de duración y que incluye en su tripulación a una mujer, marca el final de una era espacial, dejando a Estados Unidos sin naves capaces capaces de poner en órbita a sus astronautas.

Previo al despegue, el director de lanzamiento de la NASA, Mike Leinbach, deseó "buena suerte" a la tripulación.

El Atlantis entregará 3,7 toneladas de alimentos y equipos a la ISS, para permitir que la estación orbital y su tripulación permanente de seis personas cuenten con suministros durante un año.

Los tres transbordadores que restan de la flota inicial de seis -el prototipo, Entreprise, nunca voló, y dos se perdieron en distintas catástrofes, el Challenger en 1986 y el Columbia en 2003, provocando la muerte de 14 personas en total- irán a distintos museos del país.

Tras el regreso del Atlantis, la NASA dependerá de los Soyuz rusos hasta el desarrollo de una nueva nave espacial estadounidense, que no será antes de 2015, como muy temprano. Varias empresas privadas compiten para ofrecer un medio de transporte de astronautas y carga a la ISS.

El retiro de circulación de los transbordadores es motivo de nostalgia y tristeza para muchos, sobre todo en el área cercana al Centro Espacial Kennedy, llamada "Costa Espacial".

Unos 27.000 puestos de trabajo se perderán con la finalización del programa de transbordadores, cuyo reemplazo no se ha definido aún.

"Es como perder a un ser querido", explicó recientemente Marcia Gaedcke, presidente de la Cámara de Comercio de Titusville, una ciudad de 45.000 habitantes cercana al Centro Espacial Kennedy, que perderá el 40% de los 8.000 puestos de trabajo directos eliminados.


"No tenemos idea de lo que será el futuro del programa espacial. Es totalmente desconocido", dijo Garry Broughton, un ingeniero de United Space Alliance, una empresa subcontratada por la NASA. "La gente es despedida todos los días", dijo a la AFP este profesional, que perdió su trabajo después de 32 años de carrera.

La amargura también se percibe entre los astronautas.

"Es duro porque tenemos muchas menos posibilidades de volar al espacio cuando hemos dedicado toda nuestra vida" a eso, reconoció el astronauta Steve Robinson.

"Pienso que mantener a los transbordadores en funcionamiento unos años habría sido una solución posible para evitar que Estados Unidos se encuentren sin acceso al espacio para sus astronautas, pero ahora es demasiado tarde", dijo Robinson, que voló cuatro veces en un transbordador.


Fuente: Diario Los Andes y AFP