miércoles, 24 de marzo de 2010

Petitorio en la revista Science


Hoy es 24 de Marzo. Un día como hoy hace 34 años se producía el último golpe de estado de la historia Argentina reciente. Precisamente hoy me ha ocurrido un hecho curioso. Es increíble, pero hoy, con todo lo que este día representa para los argentinos y para todas aquellas personas que aman la libertad y el respeto a la ley, me encontré de casualidad (y para mi total sorpresa) con el siguiente artículo publicado por un eminente grupo de científicos (seguro pueden reconocer alguno de los nombres) el día 2 de Septiembre de 1977 en la revista Science. Esto es en plena época del proceso. Al terminar de leerlo no pude evitar recordar el mural que está en Exactas, mi facultad en Buenos Aires. Es una pared alta y fría, llena de nombres que se suceden uno tras otro. Nombres de personas que diariamente asistían a sus clases, que trabajaba, que investigaba, y que pensaba que un país mejor es posible. Ese mural de mi memoria que se repite a lo largo y a lo ancho del país. En todas sus casas de estudio. En todos sus centros urbanos. En consecuencia, quiero compartir el artículo, dado su valor emocional y documental, por eso lo traduje y lo expuse a continuación. 


Científica Argentina en Prisión

Los abajo firmantes, miembros de la Universidad de Cornell, desean mediante la presente llamar la atención de nuestros colegas de la comunidad científica sobre la situación de Elena Sevilla, una joven física argentina de 29 años que ha estado encarcelada durante los últimos 18 meses sin poseer cargos. El arresto tuvo lugar en un hospital 5 días después de que Elena diera a luz por cesárea. (Los hechos de este caso han llegado a nuestro conocimiento a través de la hermana de la detenida, Alicia Sevilla, una estudiante de Cornell graduada en matemáticas). 

Elena Sevilla recibió el título de Licenciada en Física por el Instituto Balseiro en Bariloche. A partir de entonces, se dedicó a la enseñanza en la Universidad del Sur de esa misma localidad y a la investigación de colisiones atómicas en el Instituto Balseiro. 

En Septiembre de 1975 su esposo fue arrestado en Puerto Madryn; el 27 de Noviembre Elena fue arrestada en el hospital de su ciudad natal, Mendoza. Su arresto fue ordenado por la justicia federal, debido a la detención anterior de su esposo, aunque no se le adjudicaron cargos. 

En Enero de 1976 Elena fue trasladada a la ciudad de Rawson donde fue absuelta por falta de evidencia. Sin embargo, los militares intervinieron y le ordenaron a la policia federal que continúe su detención. En este punto ella entregó a su hijo, quién ha estado viviendo con sus padres desde ese momento. 

Elena Sevilla se encuentra actualmente en la carcel de Villa Devoto, en Buenos Aires, donde  comparte la celda con otras 20 mujeres y vive bajo un estricto régimen que sólo le permite salir de su celda una hora al día y recibir la visita de sus familiares más cercanos sólo en raras ocasiones. 

Historicamente, los prisioneros políticos de la Argentina han tenido la opción de exiliarse en lugar de permancer en la cárcel. La junta ha rebocado este derecho al momento de tomar el poder, aunque el mismo ha sido restaurado de manera más restrictiva el 27 de Octubre de 1976. Elena Sevilla completó una petición para que le sea otorgado este derecho. A pesar de haberle asegurado que recibiría una respuesta en no más de 90 días, su familia se enteró el 1 de Abril que su petición había sido rechazada. 

Para finalizar, queremos remarcar que Elena Sevilla nunca estuvo involucrada en movimientos políticos y nunca se le ha declarado algún cargo en su contra. Su aislamiento de 18 meses parece más un capricho por parte de un gobierno que parece haber perdido toda consideración por los derechos y el bienestar de sus propios ciudadanos.

La finalidad de la presente es solicitar la ayuda de aquellos colegas nuestros que mantengan contacto con científicos argentinos destacados. Si alguno de ustedes posee tales allegados le pedimos que se contacten con ellos para poder ayudar a Elena Sevilla a liberarse de su desgarrador cautiverio, para que pueda reunirse con su familia y continuar con su carrera científica. 


Firman la petición: 

Kraig Adler, Simon H. Bauer, Hans A. Bethe, Thomas Eisner, Roger H. Farrell, Michael E. Fisher, Peter J. Gierasch, Kenneth Greisen, Donald F. Holcomb, Peter J. Kahn, Harry Kesten, Jack Kiefer, James A. Krumhansl, Stephen Lichtenbaum, G. R. Livesay, Frankin A. Long, Thomas R. Podleski, Carl Sagan, Harold A. Scheraga, Frank Spitzer, Moss E. Sweedler, Yervant Terzian, James E. West, Benjamin Widom.



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